¿Qué es la gota?
La gota es una enfermedad ocasionada por el depósito de cristales de ácido úrico en el interior de las articulaciones produciendo episodios de inflamación que se caracterizan por la aparición de dolor intenso, hinchazón, enrojecimiento, gran sensibilidad al tacto y aumento de la temperatura de la articulación o articulaciones afectadas. Afecta sobre todo a hombres adultos y mujeres posmenopáusicas.
¿Por qué se produce?
La inflamación de las articulaciones en la gota se debe al depósito de microcristales de una sal de ácido úrico. Cuando los niveles de ácido úrico en sangre son elevados (superior a 7 mg/dl) se forman dichos cristales, lo que se conoce como hiperuricemia. La causa más frecuente de hiperuricemia es la dificultad para eliminar el ácido úrico de la sangre, así como la ingesta abundante de algunos alimentos, bebidas o el tratamiento con algunos fármacos.
¿Cuáles son los síntomas?
La gota produce inflamación articular, generalmente de una sola articulación aunque puede afectar a más de una a la vez. Las articulaciones en las que más frecuentemente se producen ataques de gota son la base del dedo gordo, el empeine del pie, el tobillo y la rodilla aunque puede producirse en cualquier articulación.
El inicio de los síntomas suele ser brusco; en horas, la articulación pasa de estar normal a tener una inflamación muy intensa.
El paciente nota mucho dolor y éste empeora con el movimiento de la articulación y el roce. Además, suele aparecer hinchazón, enrojecimiento y aumento de la temperatura de dicha articulación. Estos síntomas suelen durar una semana y, posteriormente, desaparecen. Otro signo característico es la aparición de tofos, que son nódulos blanquecinos que suelen aparecer cerca de las articulaciones. Los tofos son el resultado de la acumulación de cristales de ácido úrico y aparecen en algunas personas con niveles de ácido úrico en sangre elevado de manera persistente.
Diagnóstico
Las pruebas o exámenes que se realizan para saber si una persona padece gota son:
Análisis de liquido sinovial (muestra cristales de ácido úrico)
Acido úrico en la sangre
Radiografía de la articulación
Biopsia sinovial
Acido úrico en la orina
Tratamiento
Los ataques de gota aguda son muy dolorosos y su tratamiento va encaminado a disminuir la inflamación. Para ello, habitualmente se utilizan fármacos como antiinflamatorios, colchicina o glucocorticoides. Además, el reposo de la articulación afectada y la aplicación local de frío pueden ayudar a aliviar los síntomas. En aquellos casos en los que no mejoren los síntomas a pesar de realizar bien el tratamiento convencional, se pueden utilizar otros fármacos. Su médico especialista decidirá qué tratamiento es más conveniente para usted en función de su historia médica y la intensidad del ataque agudo de gota que presente.
Prevención
Como ya se había mencionado, los ataques de gota se deben a múltiples factores y cabe mencionar que uno de los más importantes es la alimentación.
Los alimentos que se pueden consumir para evitar los niveles elevados de ácido úrico en sangre son los siguientes:
Productos lácteos bajos en grasa como yogures naturales y quesos no maduros.
Vegetales y hortalizas.
Aceite de oliva, nueces y semillas.
Frutas naturales y al menos 3 litros de agua natural al día.
Existen otros alimentos que se pueden consumir de forma moderada como:
Legumbres como frijoles, habas, lentejas y garbanzos.
Coliflor, espárragos, espinacas, hongos y champiñones.
Pollo, pavo y huevos.
Carne roja magra (sin hueso ni grasa) y algunos tipos de pescados.
Los alimentos que se deben evitar por completo son:
Bebidas alcohólicas especialmente la cerveza.
Carnes rojas con hueso, víceras y caldos a base de carne.
Mariscos y algunos tipos de pescados como la sardina o las anchoas.
Bebidas con azúcar añadida, embutidos y bebidas diuréticas.
Es de gran importancia contar con un especialista para que realice revisiones periódicas y nos informe acerca de nuestro estado de salud, y en caso de ser necesario, nos proporcione un tratamiento adecuado.
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